Alex Lifeson explica cómo se sintió tras el final de Rush

Alex Lifeson ha querido comentar cómo vivió el final de Rush y de qué forma afrontó la muerte de Neil Peart.
«Neil nos dejó claro que dejaría de tocar. Pensó que quizá podría hacer algo más, pero el problema que tuvo en el pie fue definitivo. Ged y yo sentíamos que teníamos combustible para seguir en esto. Esa gira fue increíble porque nos llevó a tocar temas que comenzamos a tocar cuando empezamos a dar conciertos en un gimnasio con los amplificadores sobre dos pequeñas plataformas».
«Fue como un viaje en el tiempo y podríamos haber añadido unos 20 o 30 conciertos. Queríamos ir a Europa, ya que teníamos, especialmente en el Reino Unido, muchos seguidores allí. Que termináramos así fue algo amargo, pero entendíamos que el trabajo más duro del grupo era el de Neil. Al notar que no podía tocar al 100 % decidió dejarlo».
De lo de cambiar las giras por su casa comenta que no le resultó demasiado difícil, «teniá dos nietos y ahora podía pasar más tiempo con ellos. Te adaptas, aunque echas de menos las giras. Te entran ganas de seguir, pero te conviertes en un tipo hogareño. Cuanto menos piensas en la fama, más aprecias otros aspectos de la vida. Siempre hay grandes cosas por hacer. La transición no fue tan complicada, solo nos quedó ese resentimiento. Luego, Neil descubrió que estaba enfermo y a partir de ahí lo importante era que él estuviera bien».
«Neil perdió a su hija en 1997 y yo estuve un año sin tocar la guitarra. Cuando Neil se murió me pasó lo mismo. Tras un año, decidí resetearme y me centré en Envy of None, mi nuevo proyecto». El disco del grupo, Stygian Waves, ya está a la venta.
Comentarios cerrados